¡Buenos días, navegantes!
Espero que se encuentren bien.
Yo... bueno, yo con la cabeza hecha un lío.
Llevo todo el fin de semana
haciendo un casting de dragones
para el nuevo cuento que tengo entre manos.
Ha sido muy duro.
No creo que ni Daeneris Targaryen
lo hubiese podido resolver estoicamente.
Pero "C'est la vie", nadie dijo que fuese fácil.
Después de descartar a dragones que entre lágrimas
han abandonado mi estudio.
Otros, que enfadados por no cumplir todos los requisitos,
casi queman mis rizos y destrozan mi estudio.
Madres dragonas que me han golpeado con la cola
por no escoger a sus hijos ya creciditos...
Uff... ¡Qué días de locos!
Y las ovejas... ¡Ay las ovejas!
¡Eso da para otra entrada!
Tras todos estos pequeños disgustos e incidentes,
y con todo el dolor de mi alma
pero segura de haber hecho un casting
de lo más profesional
he elegido como finalistas a los dos dragones que veis
en las imágenes de arriba (en versión "malo" y "bueno").
Ahora debo elegir entre los dos
y es muuuuuuuuuy difícil.
Su papel es de un dragón malo, malísimo.
Siempre muerto de hambre.
Un hambre voraz, superlativa, desenfrenada, infinita.
Bueno... pues en esas estoy.
Con los dos en mi estudio acalorada, muy acalorada
entre sus alientos en mi cogote y el calor que ya hace de por sí.
Si ustedes quisieran ayudar un poco...
¡Gracias!
¡Besos y abrazos, navegantes!