¡Buenos días, navegantes!
En mi casa llevamos unos días en los que
"nos recogemos" más tarde,
lo que supone pequeños desencuentros
entre lo que el cuerpo nos pide y lo que debemos hacer
porque todavía hay colegio.
Pero con este tiempo tan delicioso y las horas
de luz que nos regala la primavera,
¿Cómo no vamos a disfrutar de estar más en la calle?
Al aire libre, jugando, leyendo o charlando...
En Segovia, desde hace unos días, la Plaza Mayor
vuelve a tener vida y por las tardes
se llena de niños y niñas
montando en bicicleta, en patinete,
bailando las peonzas
o corriendo de aquí para allá.
Es una gozada verles jugar.
Ayer mientras miraba a Nico y a sus amigos
pensaba:
- ¡Qué gusto! ¡Qué manera de disfrutar!
Le miraba en su bici, dando vueltas a la plaza,
rápidísimo, como si no hubiese un mañana,
también jugando al fútbol, feliz.
Le miraba y le veía sudando, con la cara colorada,
los rizos empapados y esa mirada de felicidad.
Esa cara que se le pone a uno cuando exprime
el momento, cuando lo disfruta segundo a segundo,
sin pensar en nada más,
solo disfrutando de lo que hace en ese instante.
Me hipnotiza ver a los niñ@s pasar la tarde en la calle,
verles jugar, ver cómo se relacionan entre ellos,
cómo se hablan, cómo se ríen o por qué se enfadan...
Sí, quizá a veces, echo de menos eso
jugar deshinibida como cuando se es niñ@.
¡Qué suerte tenemos de que ya haga bueno!
¡A jugar e imaginar!
¡A imaginar y jugar!
Ojalá después de trabajar encontréis un ratito
para disfrutar del buen día que nos espera.
Mil besos.
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