domingo, 31 de agosto de 2014

¡Volvemos con fuerza!

¡Buenos días, queridísimos navegantes!
Para la inmensa mayoría,
casi, casi, terminaron los días de vacaciones.
Pero "no hay dolor" porque
 os he estado preparando un montón de cosas
 para que vuestra vuelta sea 
mucho más bonita y agradable.
Qué digo vuestra vuelta,
 os he preparado un montón de cosas 
para que este curso, entero y verdadero,
 sea una auténtica delicia.
"MomoShop" ya está casi, casi,
 a puntito de abrir sus puertas cibernéticas.
¿Qué deben quedar, quince días más o menos?
No sabéis la cantidad de trabajo
que está dando este nuevo hijo,
madrecita del amor hermoso...
Está siendo una apuesta seria 
y muy ilusionante
(no sé que piensan de esto
 mi hijo Nicolás y su papaíto... 
A los que tengo más que fritos.
¡Santos varones!)
Pero os diré que va a merecer la pena.
¡Va a merecer la pena mucho, muchísimo, 
muchisisísimo, una barbaridad!
He creado una página en Facebook 
para ir colgando todas las novedades 
de "MomoShop"
Aunque en un principio 
lo compartiré también en 
"Mónica Carretero ilustradora"
la página de Face que conocéis todos.
Y también estaremos en Instagram.
(virgencita dame fuerzas :^))
Además no sabéis cuantos 
cuentos apetecibles se están cocinando, 
con queridísimas editoriales 
con las que ya he publicado 
y con alguna nueva 
¡Y me hace tanta ilusión! 

Pues como bien imagináis,
 este verano no he tenido vacaciones.
¿Merecerá la pena?
:^)))))))
Bueno claro, hay un testimonio gráfico 
de que estuve dos días en mi querida Asturias, 
aprovechando que iba a recoger a mi hijo, 
de su fantástico veraneo junto a su Amuma.
 Al menos esos dos días pude ver el mar
y no toqué un lápiz.
Bueno, pues deshagan sus maletas, 
prepárense un buen café o té, 
y pónganse cómodos,
 porque de ahora en adelante 
les toca disfrutar de todo lo que viene.
¡Otra vez a desayunar juntos!
¡Qué gustazo!
Se les quiere mucho navegantes.

miércoles, 27 de agosto de 2014

A Luis Yuguero, "Luigi", con amor verdadero


Buenos días, navegantes.
Están siendo unos días complicados...
Se acaba de marchar
una persona fundamental en mi vida.
Otra estrella más en el inmenso cielo.
Mi querídisimo Luís Yuguero, 
"Luigi" como siempre le he llamado.

Los hijos de padres separados, 
a veces tenemos suerte. 
Eso ocurre cuando tu madre, o tu padre,
tras su separación,
 encuentran a una persona buena 
con la que compartir su vida. 
Esto es una suerte, primero, por ellos:
 mientras ellos más felices estén 
la vida es más apacible. 
Y en segundo lugar, para uno mismo, 
pues tener a una persona buena 
ejerciendo de segundo padre en tu vida 
es un verdadero regalo.
Luís, además de querer a mi madre 
con toda su alma, 
quiso a sus hijas; mi hermana y yo, 
de la misma manera.
Fue un padre cuando salía de una niñez 
que me resultó tan terriblemente incómoda, 
cuando estaba llena de complejos, de miedos. 
Me acompañó cuando lloraba de tristeza 
sin saber el motivo.  
Cuando estaba en plena adolescencia 
y empezábamos a salir por la noche. 
Luigi venía con la furgoneta a buscarnos a Segovia 
para volver a nuestra casa de Torrecaballeros. 
Siempre con buena cara,
 fuese la hora que fuese.
 Fue como un padre cuando con 17 años 
tuve mi primer novio...
Y por supuesto, también lo fue en tantos 
buenos momentos y en tantos ataques de risa.
Su risa...
Cuánto te recuerdo querido Luigi... 
Se me encoge el corazón. 
Me acuerdo cuando mamá y tú 
teníais el restaurante,
"El Fogón de la tía María" 
Yo trabajaba con vosotros. 
Recuerdo cómo madrugábamos,
 y mientras tú empezabas a asar el cordero 
en ese horno que tanto te gustaba, 
yo limpiaba y ponía bonito el comedor. 
Siempre de fondo Sardá y el señor Casamajor... 
Y si no, el interminable "Bolero de Ravel"
Tus vinos, el pan que te gustaba tanto... 
Tu delantal, tu chaleco de mil bolsillos, 
tu cámara de fotos. 
Tu "Carbonero el Mayor".
Tus niños saharauis, tu Sahara.
 Tu barba, maravillosa barba de santo. 
Lo que eras. 
Te iba que ni pintada querido segundo padre. 
Recuerdo los años que compartiste con nosotras 
tan vívidos, tan bellos, tan ingenuos, 
bohemios y esperanzadores...
Te quiero tanto... 
Y no sé si te lo dije tanto 
como me hubiera gustado...

Luego pasa lo que pasa, 
las parejas se rompen 
y esa persona que ha vivido en tu casa, 
que ha sido como tu padre 
comienza una nueva vida,
 y conoce a una nueva familia
 y es feliz con ella. 
De lo que siempre me alegraré tanto...
Aún así, siempre nos veíamos.
Al menos, dos o tres veces al año.
Venía a mis presentaciones 
y mientras le dedicaba los libros
para sus nuevos sobrinos, 
él orgulloso decía "Es mi hija"
Y yo le miraba y le decía "te quiero". 
Pero tonta de mí, no me levantaba 
y le abrazaba fuerte 
como ahora me gustaría hacerlo.
Te he querido tanto Luigi...
Ay, lo que siento no habértelo dicho más...
Comparto esto con vosotros
sintiendo un poco de pudor
pero necesitaba hacerle este pequeño homenaje.
Somos muchos los que le queríamos
porque os lo digo de verdad, 
era una persona BUENA. 
Buena de verdad. 
Fijaos si era buena, que cuando cada año 
pinto a San Frutos siempre se le parece. 
Sin pensarlo dibujo a un santo y me sale él.
Siempre en mi corazón, para siempre.

viernes, 22 de agosto de 2014

Irene Aparici: Una estrella más en el firmamento

Buenos días, queridos navegantes
Pensaba volver a nuestros desayunos
la semana que viene. 
Tenía tantas ganas...
Os he echado muchísimo de menos, 
pero he tenido que trabajar mucho 
y organizar un montón de cosas.
Lamentablemente 
he tenido que adelantar mi vuelta 
con una noticia triste, muy triste.
Nuestra amiga Irene Aparici, 
autora de "Mamá se va a la Guerra" 
nos acaba de dejar.
Tras su feroz lucha contra el cáncer 
ahora es una estrella más en el firmamento.
Una estrella a la que poder mirar por las noches, 
a la que poder decir lo guapa que está.
Una estrella que siempre sonríe.
Queridísima Irene has dejado hechas 
tantas cosas bonitas...
Descansa, corazón mío.
Gracias por todo.