¡Buenos días, navegantes!
Ha llegado el día.
Me encierro en la casa de Gepetto,
y os aseguro que no salgo
hasta que no tenga bajo el brazo
todas las ilustraciones terminadas.
No puedo tardar más en terminar el cuento...
Gepetto ha hecho su parte:
Ha construido un muñeco precioso
y le ha llamado Pinocho.
Pero resulta que ha cobrado vida
y debo seguirle por todas partes para dibujar
todo lo que le vaya sucediendo.
Tengo pocos días para terminar y mucho trabajo por hacer.
Pinocho es incansable, me tiene muerta de agotamiento:
Que si no voy al colegio,
que si me adentro en el bosque,
que ahora me voy a las ferias con dos desconocidos,
que si le crece la nariz por contar mentiras,
que si ahora le salen orejas de burro,
que si me meto dentro de una pez gigante...
¡Del tamaño de una ballena, ni más ni menos!
Ayer hablé muy seriamente con él.
Nos sentamos los dos en un tronco del camino y le dije:
-Pinocho, cielo mío... ¡¡PARAAAAA!!
¡Tengo que terminar el cuento!
Mira, debemos llegar pronto a casa porque
tengo que dibujar todo lo que te está ocurriendo.
Ya tendrás tiempo para más aventuras...
Date cuenta de que debo entregar
todo el trabajo en unos días
y yo no puedo contar mentiras como tú
para salir del paso,
pues si me crece la nariz, no puedo trabajar bien
porque choca con la mesa de dibujo,
choca con la pantalla del ordenador,
no puedo dar besos a mi hijo...
Me va a dar un síncope, sí,
un síncope enorme, gigantesco, estratosférico...
No sé cómo lo voy a conseguir.
El corazón se me va a salir del cuerpo
y no precisamente de amor.
Necesito que la fuerza me acompañe más que nunca.
¡Navegantes, somos fuertes y valeros@s!
Mil besos, querid@s
(Pinoccio se publica, si la fuerza me acompaña, muy pronto en la editorial Penguin)
Eres Fantástica!!!, dile al trastete de Pinocho que haga algún dibujito mientras tú ilustras sus aventuras, a ver si así para un poco quieto ;^D.
ResponderEliminarMuchos Besotes!!!.
¡Qué suerte tiene Gepetto de tenerte en su casa!
ResponderEliminarMucho ánimo, que seguro que vamos a ver una ilustraciones de diez.
Un abrazo
Ja, ja, ja eres increíble!!! Pinocho debe estar encantado contigo... :)
ResponderEliminarTranquila!!!! Pinocho se va a estar la mar de quietecito y tu podrás con todo....Ole!!!
ResponderEliminarEres genial! No se me ocurre mejor idea que tú ilustres el cuento de Pinocho!!! Me encanta tu Geppeto, se ve tan real!
ResponderEliminar;)
¡Qué buena pinta tiene la ilustración que nos muestras! Me parece de lo más propio que ilustres el cuento clásico de Pinocho, pues, se me ocurre, tú eres un poco "Gepetta", pues así como él de un tronco creó un entrañable personaje, con tus dibujos y colores revives las historias que ilustras...
ResponderEliminarBuenas noches querida Momo!
ResponderEliminarQué taller tan acogedor, de pequeña soñaba con tener un taller con todo los utensilios necesarios para crear, podía ser zapatería, carpintería, taller de manualidades, de dibujo... lo importante es que fuera acogedor y contara con todas las herramientas. Cuando he visto tu ilustración, me ha parecio de una claridad que casi veo a Gepetto mover su escoba recogiendo las virutas, esa puerta invita a entrar para empezar a tallar el tronco, calentita con esa chuvesqui estupenda y comer el pan que tan buena pinta tiene, cuando tenga ganas de despejarme observaré a ese pequeño ratón que tan avispao y gracioso parece y cuando vuelva a salir no olvidaré el paraguas y el chuvasquero que con tanto gusto ha creado Mónica Carretero.
Besos mil de (la cada vez menos anónima) y de mini anónima
Ana y Julia
Preciosísimo, Mónica... Gepetto es el reflejo de los abuelos de nuestra vida, qué real... está cargado de sentimiento, ternura, humanidad... Ese calor que desprende la ilustración te va a dar las fuerzas para adentrarte en ese mundo de fantasía y terminar tu obra. Y si no, "chupito" de Floradix... y a seguir!!!!!!
ResponderEliminarBesucos.