Preparando un nuevo cuento.

¡Buenos días, navegantes!

Tras estos días de descanso, 

os doy la bienvenida a la rutina diaria.

Debería haberlo hecho ayer, pero ayer 

no fue un buen día para dirigirme a vosotros 

con alegría y desparpajo, 

pues intentaba organizarme el trabajo 

y eso me causó doble ración de locura pasajera 

con unas gotas de terrible mal humor 

(me comportaba como una malvada bruja...).

En fin, que parece que hoy la brujería ha remitido.

Os presento a Roque, 

protagonista del nuevo cuento que estoy dibujando. 

Todavía no digo autora ni editorial... 

Bueno, dos pistas:  Una, huele a Mar 

y otra, deseo con todas mis fuerzas unas botas así.

Más primavera.

¡Buenos días navegantes!

Sí, más primavera y más flores.

Y más luz por todas partes.

Este año, a pesar de que hay días enteros 

que no salgo de casa, porque tengo que trabajar mucho, 

estoy disfrutando de este tiempo con verdadero gusto.

Este cuadrito es un regalo que Virginia hace a su sobrina.

Es una niña alegre, le gustan las flores y las hadas.

Que tengáis un día estupendo.

Cocorina: peinada, limpita y entregada.

Sí queridos navegantes, con cuatro días de retraso 

sobre el plan previsto, pero por fin, 

Cocorina está entregada a mis queridos editores. 

¡¡Por el amor de Dios, qué paz interior siento!!

Estoy contenta así que me voy al cole a por mi niño. 

Voy a comérmelo a besos y a disfrutar del sol con él.

Un secreto: el cuento ha quedado precioso.

Os doy besos por doquier.

¡Sol!

¡¡Buenos y soleados días, navegantes!!

Qué gusto de día. 

Es que en Segovia, hoy, es el primer día 

que amanece con solecito.

Miras por la ventana y no puedes, no sonreir. 

Si Cocorina me da permiso, esta tarde, 

pienso salir a tumbarme en la hierba; 

voy a cerrar los ojos y a sentir el calorcito. 

¡Dios mío, que gusto sólo imaginarlo!

Bueno, queridos, tened un día estupendo.