Muy buenos, aunque grises, ventosos
y lluviosos días, navegantes.
Hoy me acompaña en la mesa de dibujo,
Clarisa, mi tierna monstrua peluda.
La he dicho:
- Clarisa, sí, ya sé que tu aspecto es algo terrorífico,
pero te quiero. Sé que eres buena.
Sí, tienes el cuerpo lleno de pelos,
pero eso te hace agradablemente suave.
Tu nariz es imponente,
pero así sé que estás cerca cuando oigo tu respiración.
Tu boca también es desmesurada,
y por eso me das esos extraordinarios besos.
Yo solo te veo ventajas Clarisa.
Y ella, con toda su buena fe me contesta:
-Pero si hablo, mi voz es ronca y fuerte.
Y mira... te he dejado la cara llena de babas.
(continuará...)
Aunque su aspecto sea impresionante...dan ganas de achucharla y cobijarse en ella.
ResponderEliminarFelicidades de nuevo, Momo.
Besitos de chocolate
La verdad es que la monstrua peluda no es muy agradable de ver, pero...¡es tan simpática! que solo por eso se hace querer. Un saludo
ResponderEliminarHola Inés, sí a veces me cobijo en ella y da un gustito... Te mando un abrazo grande y calentito.
ResponderEliminarQuerida Hada, es verdad que se hace querer :^) Te mando un beso grande. Gracias por compartir vuestros comentarios.