Pequeñas cosas que nos hacen sentir muy bien 8.

¡Buenos días, navegantes!

Llevo días mirando al cielo esperando las anunciadas nevadas

pero aquí en Segovia, aunque el domingo nevó un poquito,

aún el invierno no nos ha traído esa gran nevada que, 

si te sorprende temprano, cuando te asomas a la ventana 

te dibuja una sonrisa de oreja a oreja. 

-Invierno, que sepas que sigo esperando 

porque quiero salir al campo y pisar nieve 

y ver todo blanco y limpio, y dejar las primeras huellas 

mientras oigo como cruje la nieve bajo mis botas, 

y que mi hijo me lance bolas partido de risa.

Cuando era pequeña las nevadas eran impresionantes, 

esas nevadas cómplices que hacían que se suspendieran las clases.

Recuerdo ver la noche anterior, a través de la luz de las farolas 

caer los copos, enormes, y desear que siguiese nevando así 

toda la noche para quedarme en casita al día siguiente.

Os prometo que cuando era pequeña, las nevadas 

me llegaban hasta la mitad del muslo. 

Era imposible andar, bueno más que imposible, 

penosamente divertido :^D

¡Venga Invierno, regálanos por estas tierras una buena nevada!

(Pero que a tod@s nos pille en buen sitio)

Eso sí, frío hace.

Un montón de besos, querid@s navegantes.