¡Buenos días, navegantes!
¡Seguimos de celebración!
Esta vez estamos de fiesta
porque nuestros bichitos bola
siguen enamorando a los lectores.
¡Vamos a por la 3ª edición!
Me acuerdo mucho del día
en el que se me ocurrió escribir este cuento.
Estaba con mi hijo Nicolás
en una casa cerca del mar.
Él era tan chiquitín que ni si quiera andaba.
Le vi cogiendo cosas del suelo de la terraza
y me acerqué a ver
qué le tenía tan concentrado.
Eran un par de bichitos bola,
tan asustados,
que parecían dos pelotitas.
Después de un rato,
cuando Nico ya estaba distraído
con otra cosa,
se estiraron y comenzaron a caminar.
No pude remediar escuchar lo que decían:
- Disimula, disimula.
Que sigan creyendo
que somos grises y rechonchos.
Si descubriesen la que tenemos montada
al otro lado del muro...
¡Dios mío! pensé. Tengo que seguirles.
Me hice pequeña, me metí a Nico en un bolsillo
y me fui tras ellos...
Lo que ocurrió después está en este cuento:
Gracias "Cuento de Luz"
por cuidarnos tanto.
Estamos muy contentos :^)
Abrazo inmenso
Felicidades!! Me encanta este cuento, se lo leía a Martina muchas veces cuando estaba en la barriguita... a ver si consigo que se esté un poco tranquilita y me deja leerselo ahora!
ResponderEliminarUn abrazo!
Hola. felicidades por esta tercera edición... haceis un trabajo fabuloso. Seguimos en contacto
ResponderEliminarEnhorabuena Mónica! Estoy orgullosa de haber aportado mi granito de arena para que ésta macro familia vaya por la 3° edición. Su historia es tan mágica cómo bonita la historia del cómo surgió. Desde luego, ésta celebración no les ha pillao desprevenios a los bichoa bolas que ya están todos muy guapos vestidos.
ResponderEliminarMuchos besos, querida Momo!
no anónima
Felicidades Momo, eres mágica y logras cautivarnos con las bellezas que nos compartes.
ResponderEliminar¡Enhorabuena!
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