domingo, 28 de abril de 2013

Pasito a paso, escalón a escalón.

¡Buenos días, navegantes!
Vivo en el último piso de una casa antigua que solo tiene dos plantas. 
En este tipo de casas los techos son muy altos lo que explica 
por qué cuando subo las escaleras hasta el segundo,
la sensación es de haber subido al cuarto piso de una casa actual.
Por supuesto no tenemos ascensor, sería absurdo.
Hay días en los que subo las escaleras rauda y veloz, 
ágil como una gacela (siempre me ha encantado esta imagen)
pero últimamente me cuesta un esfuerzo enorme.
Como la vida misma. 
Y no, no es que esté negativa o pesimista,
solo es que hay días en los que me canso mucho.
No sé si os pasará a vosotros, pero últimamente tengo la sensación 
de que para hacer lo mismo, todo me cuesta más esfuerzo. 
Quizá me exijo más, quizá algunos trabajos 
son más complicados, quizá sienta más responsabilidad 
y un poquito de miedo a no llegar... No sé.
Pero, sin duda, lo que más me agota, 
lo que a veces, más consume mis energías es 
lo que me encuentro de puertas para fuera.
Siguiendo con el símil de la escalera:
Llevo una temporada en la que me parece 
que estoy subiendo una escalera interminable
y espero a que de las puertas de algún descansillo 
salga una amable vecina ofreciéndome un trozo de bizcocho 
recién hecho que me dé fuerzas para seguir.
Y, aunque a veces, me encuentro 
con esa vecina buena y generosa (porque gracias a dios existen),
de un tiempo a esta parte siempre hay un impresentable 
que mientras saboreo ese rico bizcocho,
hace algún cometario a destiempo y me amarga el dulce.
¡Ay, madrecita, qué paciencia hay que tener!
:^)
Si algun@ os sentís identificad@ conmigo os diré
que creo que es mejor no agobiarnos, ir pasito a paso, 
escalón a escalón y si tenemos que sentarnos un ratito 
en uno de los tramos de la escalera, 
pues nos sentamos y reponemos fuerzas.
Y cuando baje ese vecino ruidoso y desagradable, 
yo me retiro a un ladito, dejo que pase, intento no escucharle, 
casi no mirarle y ¡venga! a seguir subiendo 
que hay mucho que hacer.
A ver si lo consigo, bueno, a ver si lo conseguimos.
Pero vamos, que si la comunidad quiere poner un ascensor,
a la ilustradora que aquí escribe no la importará :^D
A pesar de todo esto que os cuento,
 me siento afortunada y feliz, que lo sepáis.
Pero me gusta contaros cosas.
Os deseo un domingo bonito, en casa,
abrigaditos, descansando tan ricamente.
Aquí, en Segovia hace frío. Ayer hasta nevó un poquito.
Esta mañana cuando he salido a correr 
casi se me caen los dedos de las manos que parecían estalactitas.
Sí, estoy exagerando, pero no tanto ¡eh!
¡Se os quiere, navegantes!
(La ilustración pertenece al cuento de Carmen Gil 
"La Caja de los agujeros" que saldrá próximamente)

10 comentarios:

  1. Guapa, últimamente esa escalera se me aparece muchas veces, también en sueños, porque no paro de tener pesadillas. Y además ahora con poquito que camine, me canso... Pero independientemente de mi estado, la crisis, los mensajes negativos, crispados y catastrofistas que se oyen por todas partes, y cierto tipo de gente, no ayudan en absoluto. Tampoco este frío y esta lluvia que no para de caer...
    Pero quizá debamos aprender algo de todo esto, quizá no venga porque sí. Igual debemos hacernos amigos de los escalones, ponerles nombres, fortalecer nuestras piernas y nuestro corazón cada día un poquito más, aprovechando el ejercicio, y escuchar a la lluvia...
    http://www.youtube.com/watch?v=H5_QryY_A2Y

    ResponderEliminar
  2. Totalmente de acuerdo, querida Ana!!
    Te mando una cantidad de besos... :^)
    ánimo con esa criaturita que estás criando en la tripita!!!
    <3

    ResponderEliminar
  3. Hola Mónica!!.. ¡¡Aaay, la gente-gris cuánto pueden llegar a amargarnos el día!!.. Si te sirve de consuelo, por desgracia, todos tenemos gentecilla-gris a nuestro alrededor.. Su función es clara: nos chupan la energía para ellos sentirse "mejor".. ¿y cómo lo hacen?.. Intentando bombardear nuestra seguridad, alegría, etc.... Lo mejor, querida Mónica, es pasar de ellos, no permitir que te muerdan el cuello.. Dejar que sigan bajando y bajando por esa escalera.. ¡Pobres, a ellos nunca les dan bizcocho!.. Y nosotros a subir cada vez más y a ser felices con las cosas que realmente importan.
    Ahora mismo preparo un bizcocho!!
    Un beso grande y ánimo.
    OTRO DÍA PERFECTO
    http://perfectodia.blogspot.com.es

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Buenos días, Lara! Te mando un beso inmenso.
      Tienes razón hay que tirar para arriba sin más :^)
      Te deseo un día perfecto ;^)

      Eliminar
  4. Di q si, corazon, q gente desagradable y desubicada en el mundo hay un monton, por desgracia, pero haces bien dejandoles pasar y tu a lo tuyo. Escucha solo a la señora del bizcocho y gente q te haga sentir bien y te aporte algo bueno. Besitos bonita-preciosa. Cuidate y abrigate hasta q vuelva la primavera. Genial tu ilustracion! <3

    ResponderEliminar
  5. ¡ Buenas tardes, querida Mónica !
    No dudes ni un segundo en que no tenemos que agobiarnos. Si te cruzas con un vecino desagradable y ruidoso no te quedará otra que silbar y que tu monstruo de tres cabezas haga el resto, tú, mientras tanto, sigue subiendo los peldaños de esa escalera de dos en dos, como en tu ilustración, que me ha encantao.
    Besos mil y un abrazo que te recuerde que... Podemos con todo porque somos fuertes y vale@s!!

    No anónima

    Ana

    ResponderEliminar
  6. Ay! Cómo te entiendo... yo también llevo así una temporada y cada día se hace más duro subir. Pero sé que llegaremos! Un beso muy fuerte guapísima

    ResponderEliminar
  7. Alguien me dijo una vez que se notaba mucho que no me gustaba ver el lado malo de la vida, que solo me interesaba ser feliz, y hoy día, pasado el tiempo, cada vez me reafirmo más en esa apreciación. Si, es cierto, prefiero detenerme a charlar con quien me ofrece bizcocho, sonreír a quién me ha contestado amablemente, y disfrutar de lo que la Vida me da, que es mucho, aunque para otros sea bien poco. Porque, a pesar de todo y de todos, el lado bueno de las cosas(hasta le han dedicado una peli)siempre está ahí, tan sólo hay que descubrirlo.
    Besotes gordos Moni...aunque un poco tarde Feliz(y abrigadito) domingo!!

    ResponderEliminar
  8. Mi cuerpo ha decidido sentarse en un escalón y no moverse. Así qué acepto cada uno de tus consejos y voy a disfrutar de un rico bizcocho.
    Itsaso

    ResponderEliminar
  9. Como te entiendo!! Imagino que lo mío se debe sobre todo a la tripa pero últimamente tengo que rebuscar fuerzas en lo más profundo de mí, incluso para ir a dar un paseo u salir a tomar un café... Pero como tu dices hay que forzarse a seguir subiendo esa escalera, aunque haya que descansar cada dos escalones :)

    ResponderEliminar